Michel Antochiw Kolpa

Francia 1940 – México 2014

 

Michel Antochiw nace en Francia en 1940. Proveniente de una familia modesta y viviendo en la Europa de la postguerra, desde temprana edad y a escondidas de sus padres, desempeña varias labores por su cuenta para contribuir al bienestar familiar: lleva las compras de las damas que van al mercado, hace mandados para los ancianos, recolecta frutos y nueces en el bosque, diseña carteles para la estación del tren y letreros para los comercios alrededor, pinta acuarelas en miniatura para vender entre sus vecinos.

Desde muy joven, muestra un gran interés por los libros, el arte y objetos antiguos y pasa largos ratos en las bibliotecas públicas y museos a la primera oportunidad. Obtiene su primer empleo formal como vendedor de boletos en la estación del tren de su localidad para poder asistir a la Univerisdad de La Sorbonne en París, donde realiza sus estudios de antropología y arqueología. En París, convive con los bouquinistes instalados a la orilla del río Sena, quienes le abren las puertas al mundo de los libros y manuscritos antiguos y ponen a su alcance una que otra antigüedad, entre ellas, la mano de una momia egipcia montada en una base de madera, misma que su madre se encargó de desaparecer unos meses después.

Tras concluir sus estudios, y a los 19 años de edad, decide viajar a México con la intención de continuar sus estudios de arqueología. Deja su casa rumbo al puerto del Havre donde aborda el  buque Queen Mary con destino a Nueva York, desde donde se dirige hacia México. Lleva tan sólo una maleta con sus pocas pertenencias y 100 francos en su bolsillo que su madre le dio antes de irse. Nunca más vuelve a verla.

Michel Antochiw en su última biblioteca. Fotografía: John F. Chuchiak

A su llegada a México, se dedica durante 25 años a la enseñanza, siendo contratado como catedrático en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y en la Universidad del Estado de México. Fue maestro invitado de la División de Estudios Superiores de Arquitectura de la UNAM, de la UAEM y de la Universidad de Guanajuato.

Michel disfruta recorrer el centro de la ciudad de México, donde descubre pequeños sitios que se convierten en sus favoritos. Muchos de ellos empiezan a ser frecuentados por los intelectuales de la época, entre ellos artistas, literarios, políticos y descendientes de personajes reconocidos con los que convive entre tazas de café y amenas charlas. Pasa largos ratos recorriendo los pasillos del mercado de La Lagunilla, donde se deleita encontrando toda clase de antigüedades en venta: libros, manuscritos, objetos curiosos, miniaturas, pequeñas esculturas, muebles y más. Su pequeño departamento se llena de ellos a lo largo de los años, formando parte no sólo de su material de trabajo, sino también de la decoración. Algunos años después, conoce a quién más tarde sería su esposa, Rocío, quien se convertiría en su más grande colaboradora en la publicación de todas sus obras.

Además de la enseñanza, se desempeñó como antropólogo en distintas instituciones del gobierno del Estado de México, como asesor del Departamento de Estudios Sociales del INFONAVIT, de la Secretaría de Difusión Cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y fue jefe de la Oficina de Equipamiento Urbano, Social y Cultural de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP). Fue miembro de la delegación mexicana en la Reunión sobre Derechos Humanos, «Indios de América», ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), llevada a cabo en Ginebra, Suiza, en 1978.

Fue asesor de la Dirección General de Educación Indígena de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y posteriormente fungió como jefe del Departamento de Evaluación y Coordinador de Publicaciones del Instituto Nacional Indigenista (INI). En este último, asignan a su cargo el Departamento de Antropología de la Coordinadora Peninsular, con sede en la ciudad de Mérida, de donde es originaria su esposa. Posteriormente se integra al Instituto de Cultura del Estado de Yucatán, donde es asignado como director de la biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona y desde donde surge el proyecto para la creación del Centro de Apoyo a la Investigación Histórica de Yucatán, del cual se convierte en su fundador y primer director.

En Mérida, se vuelve asiduo de una reconocida cafetería en el centro, donde se reunía con los intelectuales yucatecos de la época, y visita cada domingo el mercado de libros y antigüedades de Santa Lucía, donde adquiere la gran mayoría de los libros y documentos antiguos que conforman la sección de historia de Yucatán de su biblioteca especializada en historia de México, la cual inició con sus adquisiciones en el mercado de la Lagunilla.

Tras la publicación de una de sus obras más reconocidas, la Historia Cartográfica de la Península de Yucatán, su pasión por los libros y mapas antiguos se convierte en el motor que lo llevará entonces a su reconocida trayectoria como investigador independiente.

Es co-fundador del Patronato Pro-Historia Peninsular (PROHISPEN), donde funge como vicepresidente y dicta varias conferencias y cursos relacionados con la Historia de Yucatán y la Cartografía Peninsular, entre otros temas. En la Universidad del Mayab, fue director del Instituto de Cultura Maya, donde dirigió la revista Saastun. Fue también coordinador ejecutivo de la enciclopedia alfabética Yucatán en el Tiempo, dirigida por Raúl Casares G. Cantón y por el Dr. Silvio Zavala Vallado, reconocido historiador de origen yucateco.

Participó como experto y ponente en numerosos congresos tanto en México como en el extranjero y fungió como experto para asuntos de patrimonio cultural para la UNESCO.

Autor de numerosas publicaciones en México, principalmente relacionadas con Yucatán y Campeche, así como muchas otras en el extranjero. Recibió el premio «Silvio Zavala Vallado» de Historia Colonial de América (1994), otorgado por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia, perteneciente a la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Su biblioteca, formada a lo largo de más de 40 años, destaca por sus más de 14,000 volúmenes sobre historia colonial de México, historia de las lenguas en Mesoamérica y cartografía mexicana. Destacan particularmente los libros raros, publicados del siglo XVII al XX, así como los cerca de 500 manuscritos originales de los signos XVI al XX, muchos de ellos en lenguas indígenas. Su colección incluye, además, folletos, litografías, códices y mapas. El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), adquiere la biblioteca en 2003 y la pone a disposición del público en 2009 con el nombre Colección Michel Antochiw. Sin embargo, su pasión por los libros y documentos lo lleva a iniciar otra nueva colección, la cual, además de los temas anteriores, comprende también una destacada sección en historia naval y militar, así como otros temas marítimos y navales.

Ante su destacado interés y conocimiento sobre la historia naval y militar en México, es invitado a fungir como miembro del Seminario de Historia Naval y Militar de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y funge como asesor en Historia Naval Militar para la Secretaría de Marina (SEMAR).

En 2013, es invitado por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística a presentar un trabajo de investigación, y sus trabajo denominado Ciriaco de Ceballos y el Atlas Marítimo de la América Septentrional le hace merecedor de ingresar como socio activo de dicha sociedad, la más antigua de México.

Se destaca a lo largo de su vida por su fabulosa memoria, su gran interés por la historia, la cultura, las artes y los grupos indígenas, su conocimiento sobre libros y antigüedades, así como por poner a libre disposición sus vastísimos conocimientos. Impulsor de la conservación del patrimonio yucateco, rescata varios archivos antiguos para donarlos a distintas instituciones gubernamentales en un principio, y más tarde al PROHISPEN, con el fin de preservar la historia y cartografía peninsulares. Entre sus numerosas colecciones destacan las compuestas por minerales, monedas, pintura, timbres y miniaturas.

Reconocimientos:

  • Fue vocal del Consejo Nacional de Difusión Cultural. Presidente: Dr. Leopoldo Zea. México. Ciudad Universitaria. 1970.
  • Premio “Silvio Zavala de Historia Colonial de América 1994”, otorgado por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia.
  • Becario de la Fundación Carolina. Madrid, España. 2005.
  • Nombrado “Experto Internacional” por la UNESCO para el proyecto “Fortificaciones de América en el Pacífico”. 2005.
  • El Instituto Nacional de Migración de la Secretaría de Gobernación, le nombró como uno de los “200 mexicanos que nos heredó el mundo”, junto con Elena Poniatowska y Jean Meyer, los únicos de origen francés que todavía viven. México. 2010.
  • El 21 de Marzo de 2013 ingresó como socio a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, primera sociedad científica del continente americano y cuarta en el mundo, fundada en 1833.

Michel Antochiw fallece en 2014 en la ciudad de Mérida, Yucatán, México. Su biblioteca quedó en manos de su familia, quien, siguiendo sus deseos, abre sus puertas a investigadores que requieran acceso al material para sus trabajos.

 

 

 

 

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